No es ninguna fiesta torturar y matar a un animal y en segundo lugar este está tan confuso, atormentado y físicamente debilitado que es difícil clasificarlo como “bravo”. Por otro lado, ¿Cuán bravo puede ser un herbívoro?. ¿Una "tradición?, no importa cuál sea la historia, las corridas de toros son un acto cruel que debería pertencer al pasado.
Los toros nunca tienen la posibilidad de defenderse, y mucho menos de sobrevivir. Muchos ex-toreros reconocidos han informado que a los toros se los debilita intencionalmente golpeándolos en los riñones y colgándoles pesas alrededor del cuello durante varias semanas antes de la lucha. Por otro lado, se menciona que la mayoría de las veces los animales entran al ruedo ciegos porque se los deja en la oscuridad durante 48 horas antes del enfrentamiento, luego la gente golpea con bolsas de arena la cabeza del animal —por mucho tiempo y violentamente— para privar al toro de sus sentidos..."
Una práctica habitual es "rasurar" los cuernos de los toros serruchándoles algunas pulgadas. Los cuernos de los toros ayudan a los animales a orientarse, con lo cual un cambio repentino altera su coordinación. El rasurar es una práctica ilegal. Por ello, a veces, después de la corrida un veterinario examina los cuernos del toro. Sin embargo, en 1997 la Confederación de Profesionales de Corridas de Toros, incluyendo 230 matadores de España, realizaron una huelga en oposición a dichas inspecciones veterinarias. Los manifestantes reclamaban que los veterinarios no tenían la "experiencia suficiente" para examinar a los toros.3 No obstante, muchos reconocen esto como otros de los aspectos de la corrupción que se infiltra en un negocio que proporciona a cada uno de los matadores profesionales más de US$ 1 millón al año. En 1996 España registró un total de US$ 1.400 millones en la venta de entradas.
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