noviembre 04, 2010

KFC, la verdad detras de la mascara

Los proveedores de pollos de KFC de todo el mundo producen animales de manera industrial, alimentándolos con drogas para que crezcan mas rápido. Suben de peso tan rapido que sufren muchas deformaciones, por ejemplo, sus alas se rompen y sus patas se quiebran. En el matadero, se les degüella en un proceso mecanizado, y luego sumerge en agua hirviendo. En muchas ocasiones, las aves se queman VIVAS. Se le ha recomendado mucho a KFC para eliminar estas prácticas crueles, pero ésta se ha negado a ello. LEER MAS Y VER EL VIDEO, NO MUESTRA LO QUE REALMENTE SE HACE, PERO ESPLICA LO SUFICIENTE (DE LO CONTRARIO NO PODRIAN SI QUIERA TERMINAR DE VERLO).


  • Los más de 850 millones de pollos que mueren cada año para KFC son criados en bodegones sin luz solar, donde el piso está cubierto de excrementos y el aire está viciado de amoníaco. El reportero del New Yorker Michael Specter visitó unas de estas instalaciones y escribió “Casi caí inconciente por el penetrante olor a heces y amoníaco. Mis ojos quemaban y mis pulmones no podían soportarlo más… Ahí habían confinados unos treinta mil pollos que no se movían ni emitían sonidos… eran como estatuas de pollos, viviendo en la total oscuridad, donde pasarán cada minuto de su vida de seis semanas antes de ser llevados al matadero”.
  • El trato que reciben por parte de los trabajadores aumenta las lesiones.
  • KFC permite que sus trabajadores manipulen a los pollos como si se tratara de objetos inanimados. Estos empleados han sido sorprendidos cometiendo abusos sádicos contra estos animales. PETA posee vídeo donde se muestra trabajadores arrancándole la cabeza a pollos vivos, escupiendo tabaco en sus ojos, echándoles pintura en spray en el rostro y lanzándolos con violencia por los aires. Estos vídeos fueron grabados en el matadero que recibió el premio al “Mejor Proveedor del Año” por parte de KFC.
  • KFC se escuda tras el Consejo de Bienestar Animal de Estados Unidos, a pesar que ya cinco de sus miembros han renunciado por frustración. Uno de ellos, Adele Douglass, dijo al Chicago Tribune que KFC “nunca ha asistido a ninguna reunión. Ellos nunca han pedido ningún consejo a nosotros, pero no dudan decir a la prensa que trabajan de cerca con nuestro equipo. Me siento usada”.
Por ética, amor y respeto hacia los animales, no coma mas en KFC.

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